Nos inspira Grace Kelly y su turbante (junto a Cary Grant) en la Costa Azul, la melena wet de Ursula Andress y la coleta sixties de Sophia Loren
Porque como Grace hay pocas. Lo dijeron, entre otros, el fotógrafo Cecil Beaton, que explicó por qué la cámara enloquecía con su rostro: “Ella tenía, sobre todo, una buena nariz para la fotografía. Un perfil difícil de encontrar”. El mismísimo Hitchcock, que se refirió a ella como “una mujer con una elegancia sexual”. Y contemporáneos como Janie Bryant, diseñadora del vestuario deMad Men: “Cada vez que veo a Grace Kelly, me influencia todo lo que lleva”, ha dicho.
Grace Kellyen la Costa Azul, evidenciando por qué era una de las mujeres más bellas. Dos años antes de convertirse en princesa de Mónaco (la imagen es de 1954) la actriz cautivó a prensa y público, también a la orilla del mar, con sus moños bajos y sus cintas de pelo anchas. Creó escuela. Ver galería completa.
Y es que esa capacidad para lucir turbantes bajo el sol no nos puede resultar más inspiradora. Casi tanto como la de una jovencísima Marilyn Monroe en las playas de California luciendo un foulard a modo de diadema; la de Sophia Loren con coletasixties (y naïf) en la costa italiana o la de Elizabeth Taylorprotegiéndose del sol con una impresionante pamela evocadora de muchas cosas bonitas. Porque ellas –y Ursula Andres, Bo Derek, Audrey Hepburn y Twiggy– nos han regalado imágenes en la playa con looks de belleza dignos de imitar. Repasamos los estilos más icónicos y desciframos cómo reinterpretarlos en tus jornadas venideras de sol y playa.
Jane Birkinen Cannes. Era el año 1975 y la que fuera mujer de Serge Gainsbourg era una de las mujeres más inspiradoras. Tanto que, años después, inspiraría al mismísimo director de la casa Hermès para crear un bolso con su nombre. En aquel momento, y en Cannes, encantaba su flequillo, Bo Derek en10, la mujer perfecta, esa cinta de 1979 que la encumbró al olimpo de las diosas terrenales. En parte por sus fordas, en parte por este peinado convertido en icono: una melena cuajada de trenzas africanas rematadas con detalles de estética étnica. Twiggy en las playas de Nassau, en las Bahamas, recogiendo su melena en un moño altísimo de bailarina a la altura de la coronilla. Aunque la modelo aún es recordada por sus pestañas y por su pixie cut, esta instántanea de 1973 no nos puede resultar más fácil de replicar. La actriz Anita Louise en 1935, la estética marinera de los años 30 –sí, las mujeres llevaban camisetasnavy, pantalones cortos de talle alto y calcetines blancos hasta el tobillo– y su melena ondulada al viento retirada sutilmente del rostro con un lazo.
una jovencísima Marilyn Monroe(era 1945) explorando las posibilidades de un foulard en las rocas de las playas de Castle Rock State Park (California). Nos recuerda al glamour de los años 40. Ava Gardneren una playa cualquiera en la década de los 40, ondulando su melena, mirándose al espejo y demostrando por qué todas las mujeres de la época querían ser como ellas. Los looks de playa de estos años rendían pleitesía a los polka dots, a los tacones, al rougede labios y a los cabello ondulados. Sophia Loren en una escena de la cinta de 1954 La ladrona, su padre y el taxista. La coleta alta, con flequillo despeinado y mechones cayendo por el rostro, no nos puede resultar más evocadora.
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